Este viernes 13 de mayo se conmemora el día en el que la Virgen se les «apareció» a tres niños y les dejó revelaciones.
Hace 100 años tres niños pastores afirmaron haber sido testigos de un milagro que convertiría para siempre el nombre de su humilde pueblo portugués en un importante lugar de peregrinaje para católicos de todo el mundo.
Los jóvenes visionarios dijeron que la Virgen María -o la Virgen de Fátima, en honor a la localidad donde supuestamente se apareció- les había confiado tres secretos en forma de profecías durante seis visiones.
En mayo pasado, cientos de miles de personas se reunieron para celebrar la canonización de dos de ellos, Jacinta y Francisco Marto, quienes murieron a los 10 años de edad a causa de una epidemia de gripe.
La tercera, Lucía Dos Santos, se hizo monja y murió en 2005 (y está en proceso de beatificación).
El 13 de mayo de 1917, Francisco Marto, de 9 años, y su hermana Jacinta, de 7, aseguraron haber visto por primera vez a la Virgen María, a quien describieron como una figura que «brillaba como el sol y era de una inmensa belleza».
Su prima Lucía estaba con ellos y fue quién describió por escrito, algunos años más tarde, las tres profecías que les dijo la Virgen y que los niños habían explicado un mes después del «encuentro».
Los dos primeros fueron revelados en agosto de 1941.
Según los escritos, los hechos ocurrieron en un lugar de la ciudad llamado Cova da Iria mientras pastoreaban su rebaño.
El primero de ellos describía una terrorífica visión del infierno con «un gran mar de fuego que parecía estar debajo de la tierra» en el que estaban los demonios y las almas humanas.
«Los demonios se distinguían por sus formas horribles y asquerosas de animales espantosos y desconocidos, pero transparentes y negros», se lee en el texto.
También afirmó que la Virgen les había prometido llevarles al Cielo.
El segundo es interpretado como una predicción del final de la Primera Guerra Mundial y de que la Segunda Guerra Mundial comenzaría durante el papado de Pío XI.
«La guerra va a acabar, pero si no dejan de ofender a Dios, en el reinado de Pío XI comenzará otra peor», fueron las palabras de la Virgen, según lo que escribió Dos Santos.
«Dios va a castigar al mundo por sus crímenes por medio de la guerra, el hambre y las persecuciones a la Iglesia y al Santo Padre», continúa.
Pero en su segunda profecía, la Virgen también «habló» de la «consagración» de Rusia diciendo: «Si se escuchan mis peticiones, Rusia se convertirá y tendrán paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia».
Lucía Dos Santos guardó el tercer secreto en un sobre que entregó al Vaticano en 1957. Fue hecho público por el papa Juan Pablo II en mayo de 2000.
Describía un ángel «con una espada de fuego en la mano izquierda» pidiendo penitencia con una fuerte voz. Y al Papa con varios clérigos escalando una montaña y siendo matados después por las balas y flechas de soldados.
«Bajo los dos brazos de la cruz estaban dos ángeles. Cada uno con una jarra de cristal en las manos, recogiendo en ellos la sangre de los mártires».
La tercera y última supuesta aparición de la Virgen tuvo lugar el 13 de octubre de 1917, día en que se produjo el llamado «milagro del sol», presenciado por 70 000 personas.